Curiosidades
LAS FIESTAS CHIQUITAS DE BERIÁIN (ASTELENIRUBURUGORRI)
Una tarde aguachinada de mediados de un abril de lluvias mil, de hace casi 900 años, aterrizaron en Beriáin tres distinguidos prelados. Procedentes del sur, se dirigían en sus carrozas, acompañados de su séquito, a la capital del Reyno de Navarra, con la intención de participar en la Consagración de la nueva basílica, construída durante más de 25 años de intensa labor, con la generosa ayuda oficial y real, y los óbolos de los feligreses.
Ese era el propósito de los prelados; pero el cielo dispuso de otra manera, descargando trombas de agua en el camino que debían seguir: Por culpa de una rauda riada no pudieron continuar viaje, y tuvieron que quedarse a pasar la noche en el pueblo. Oh felix culpa! Providencial inundación de las vías.
Los beriaineses, gratamente sorprendidos por la egregia visita, sacrificaron y asaron para la cena los cabritos y corderos más rollizos, nutridos con las tiernas hierbas primaverales, acompañándolos de las frescas verduras de sus huertas, y de pan y vino caseros.
Los piadosos visitantes, inspirándose en el magnífico y encantador introito de la misa del día anterior, con texto de San Pedro, habrán apetecido y saboreado para el desayuno, como niños tiernos, la leche pura y no adulterada de cabras, ovejas y vacas del pueblo; y como mayores, tostadas de pan blanco friccionadas con ajo y rociadas de aceite de oliva virgen.
Agradecidos por la buena acogida y por la generosidad de los vecinos, los obispos no fueron menos espléndidos, obsequiando a los berianeses con un ensayo general de la función que iban a celebrar en Pamplona, consagrándoles solemnemente la antigua iglesia románica.
Amainado el temporal, y tras volver el río a su madre, continuaron viaje hacia la capital, donde al día siguiente se celebró la Dedicación o Consagración de la catedral. Esa es la tradición del Astelen iru buru gorri, del lunes de las tres cabezas royas, que se ha trasmitido de generación en generación en Beriáin, y que en las familias tradicionales del pueblo se ha venido celebrando hasta nuestros días.
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